Para tí, que miras el mundo por encima del hombro a través de tus Ray-Ban.
Para tí, que llevas un cocodrilo en tu polo y un tío en un caballo en los pantalones.
Para tí, que no te sientes contento hasta que tus calzoncillos (de marca, por supuesto) asoman unos diez centímetros por encima de tus pantalones.
Para tí, que estudiaste en un super colegio alemán de pago super privado y elitista y lo flipas con las canciones de Los Beatles.
Para tí, que vas por ahí diciendo "oh, si, nena, mira cómo molo, si cuentas todas las marcas que llevo en la ropa no acabamos hasta mañana".
Para tí, que te sientes orgulloso de levantar tu mano derecha con la palma extendida mirando hacia abajo con una sonrisa estúpida en tu cara.
Para tí, que perteneces a N.N. G.G. porque es cool y todos tus amigos están ahí.
Para tí, que me desprecias porque compro en Pull and Bear.
Para tí, que gritas "Sieg Heil" sin saber qué implica.
Para tí, mi corte de mangas más efusivo.
... y lo más triste es que sólo tienes diecisiete años.
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Valerio Onfretti